lunes, 8 de noviembre de 2010

Un verano naranja..lalalalaa

Tocan la puerta o el timbre para el caso da igual vienen de a dos y hablan de la maravilla que me espera si me porto bien conforme a lo que ellos interpretan de lo divino y celestial mi respuesta ante esto es ¡NO! por ahora no (aunque debería ser nunca) comienza asomar el verano naranja comienza la invasión contra la celulitis el abdomen y la piel (la dermis) tipo fruto cítrico las mejores dietas los mejores ejercicios zapatillas que ayudan a quemar grasas jeans que levantan el poto sostenes con mejor confort para las tetas que saltan para todos lados en la trotadora del gym que pagan por cierto el año completo y van entre noviembre y febrero (a eso descontemos los 20 días de vacaciones de verano....naranja por supuesto) que ahora hay que comer frutos rojos verdes o morados todas güeaitas recomendadas por una nutricionista que se llama Bernardita que a su vez aprendió todas estas cuestioncitas en su viaje a oriente que realizo para reencontrarse con ella misma o con su alma sigue dando lo mismo travesía subvencionada por el microempresario de su marido que se llama Gastón y que aprovechando el viaje de su flaca mujer no deja de comer bistec's a lo pobre plato preparado por su empleada o nana de nalgas regordetas y tetas caídas que igualmente se come ¡vivan las PYMES!¡las flacas güeonas!¡las nanas culonas! y diga NO al toque de timbre del verano naranja

3 comentarios:

arvegas dijo...

El monólogo interior (también conocido como 'flujo de conciencia') es una técnica literaria que intenta plasmar en el papel el flujo de presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas. Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores, cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas. Asimismo, es frecuente el uso del estilo libre indirecto (es decir, la inclusión de pensamientos del personaje en el relato del narrador). Durante el modernismo, varios escritores exploraron los diferentes mundos que constituyen la esfera privada (el interior de uno mismo, sus deseos o ideales) con la esfera pública (lo que se muestra al exterior), tema que, sobre todo al modernismo británico interesaba como reacción ante la era victoriana.

oil pastels dijo...

un poco en la onda de saramago, almenos en lo del estilo libre indirecto.
Esta bueno en todo caso.

arvegas dijo...

siempre gracias por visitar oil pastels