martes, 23 de agosto de 2011

No Todo es Libros

Hay libros que sirven de apoyo para una mesa coja
en la que se sostienen conversaciones que enderezan por lo menos el espíritu.

domingo, 7 de agosto de 2011

clinch

Suspicacia genera la publicitada nueva manera de gobernar o controlar las manifestaciones públicas masivas. Parece que la idea en materia de conflictos sociales es darle tiempo al tiempo. Con el desgaste que esto conlleva y con resultados a veces inesperados.

Hay quienes se aventuran en decir que Chile está al borde de la ingobernabilidad o dicho en términos pugilísticos el gobierno está por las cuerdas.

Estar por las cuerdas en el box no siempre es sinónimo de salir derrotado. El 30 de octubre de 1974 en Kinshasa, Congo (ex Zaire) Muhammad Ali desafiaba al imponente George Foreman campeón en ese momento de la categoría de los pesos pesados, en la que se perfilaba como la pelea del siglo. Ali se mostraba desafiante y confiado, su arrogancia era sin duda su carisma, Foreman silencioso e intimidante tenía a su favor su juventud y el poderío de su pegada.

El combate se daba en un estadio que rugía a favor de Ali entonando una frase que ese día quedo en la historia, "¡Alí bomayé! ¡Alí bomayé!" ("¡Alí, mátalo!").

Muhammad Ali haciendo caso omiso de las órdenes de Angelo Dundee (su coach) a mediados del primer asalto se quedo en las cuerdas (hasta el final del duelo) mientras Foreman machacaba una y otra vez el cuerpo de Ali. Después de ocho asaltos el desgaste del entonces campeón fue evidente y Ali en un contraataque fulminante conecta una serie de golpes y Big George comenzaba una danza hacia la lona en uno de los combates más extraordinarios en los anales del boxeo.

Hace un par de semanas finalizó el conflicto de los contratistas del El Teniente en Rancagua, fueron más de 50 días de paralización de miles de trabajadores apostados día tras día en la plaza de la ciudad, si bien la movilización empezó con fuerza, poco a poco el “Clinch” con las autoridades pasó la cuenta y finalmente el movimiento terminó con cientos de trabajadores despedidos.

“Difícil en el país difícil” como dijo alguna vez el poeta Gonzalo Rojas.

¿El gobierno contra las cuerdas? No lo sé.

¿Cuantos son los que hoy vociferan ¡Ali bomayé! ¡Ali bomayé! desde el parlamento, partidos políticos u oficinas de la moneda?