miércoles, 30 de junio de 2010

Cuervo

Me acosté en tu cama
y como cuervo hambriento
me aferre a tus mazorcas.

Sacie mi hambre
y me eché a volar.

1 comentario:

ordennegro dijo...

y recuerda no comer tanto, que de lo contrario no te vuelves a elevar y ya sabemos en que termina la historia.